lunes, 11 de mayo de 2009

Espera de un destino hecho mar.

Necesidad de escribir, de decir, de detenerme, de esperar, de aquietar mi rutina de princesa herida.

No quiero callar, no quiero perder.

Tantos "no quieros" que se sentencian sin cesar, salen de mi boca y se pierden.
Se dibujan en la tuya, se quiebran en pedazos y sin darme cuenta los versos se acurrucan en mi sien y se hacen viento.

Tantos "quieros" y "espero" dibujados en mis versos que se enredan con los tuyos.
Esperando estrellarse (cual espuma de mar en mis pies).

Calma de otoño caricaturesco, vano misterio de la soledad.

Dulce sentido de verdad..

Quiero risas de sal, sueños de mar,
Fotografías de una historia que veranee con la razón.


Palabras que se enredan en esta historia, palabras que desembocarán en verdad.
Quebrando distancias, apagándonos, encendiéndonos. Quietos.
Irónicas ilusiones, que se desvanecen en cada luna de abril.
Y se encienden con un otoño de sol caprichoso.
Voces del tiempo que nos susurran al oído y nos besan con ansiedad
“quietud, calma, espera. “

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