Y si de verdad cada uno de los acontecimientos que nos suceden, van conformando el gran rompecabezas de nuestras vidas. Un movimiento particular, va conformando lo que hoy somos y cada decisión involucra energía, que deviene consecuencia.
Me parece que es más simple vivir pensando que todo pasa por algo, que cada error nos enseña, que cada fracaso, nos conduce a algo más. A lo mejor es la forma menos dolorosa de ver la vida, y de esta manera, somos más fuertes para aceptar aquello que no sucede tal como lo esperábamos.
La vida es una cadena continua de causas y efectos.
Y no todo sucede como lo esperábamos, casi nunca es como lo planeamos. Pero es lindo saber, que por cada pena, hay una alegría. Que existe una simetría cosmica y que por cada caída, hay una cicatriz que queda, pero al fin y al cabo se torna herida curada. Es lindo saber que por cada beso perdido, nos esperan miles de abrazos en el camino.
Es necesario saber, que a veces, allí de donde menos lo esperas, la vida te sorprende y te devuelve una sonrisa. Al fin y al cabo, de eso se trata la vida, de vivirla, afrontando los efectos, aprendiendo a vivir con ellos.
No hay que olvidar, que el tiempo es sabio, que todo aquello que alguna vez dolió, simplemente se esfuma, volviéndose dulce cicatriz.
La vida es remolino y a veces nos lleva a lugares maravillosamente inesperados.
Me es grato saber, que estoy viviendo, que cada paso que doy, desembocará en efecto.
Armando mi rompecabezas, armando mi vida, mi juego, mi propia receta, un poco de azar, mucho de decisión, lágrimas, penas, risas y una pizca de ilusión.
2 comentarios:
Ya lo creo! Estuve tooda la semana pensando EXACTAMENTE lo mismo!!
Asi es!!!!
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